Argentina tiene el menor grado de bancarización de la región medido como porcentaje de los préstamos bancarios sobre el PBI. En nuestro país está en torno al 10%. Son múltiples las causas que explican esta situación, una de ellas es la alta carga impositiva que debe soportar quien toma un crédito.
Necesitamos imperiosamente crecer en los volúmenes de inversión y financiación para alcanzar un crecimiento y desarrollo sostenido, generando empleo de calidad. Para ello, es fundamental contar con un sistema que facilite el acceso al financiamiento y que por otro lado no se carguen mochilas o contrapesos que muchos desconocen. Quien decide tomar un crédito, sea una persona o una empresa, paga una gran cantidad de impuestos o tributos de distintas jurisdicciones (nacional, provinciales y municipales) que encarecen el Costo Financiero Total (CFT) de la operación.
La decisión de financiarse con créditos está “castigada” por una alta carga impositiva. A modo de ejemplo, si una empresa toma un crédito con una tasa de interés del 40% anual, terminará pagando un CFT de 52%, es decir 12 puntos porcentuales de impuestos. La situación es aún peor para los créditos al consumo, donde si no se descarga el IVA el CFT es de 57% o con 17 puntos porcentuales de impuestos. Esta fuerte carga adicional se da tanto en créditos de corto plazo como los préstamos personales y también en los de mayor plazo como hipotecarios, impactando, como se dijo, en las familias y las empresas.
A fin de aportar al análisis de la incidencia los impuestos sobre el crédito, la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) y la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), han encomendado a Fundación Mediterránea el trabajo “Impacto de los impuestos sobre el costo del financiamiento en Argentina”, para contribuir al debate de temas relevantes que permitan encontrar las mejores opciones para el impulso de la economía y la generación de empleo privado.
«Creemos que es fundamental establecer políticas que permitan tanto a las personas como a las empresas pequeñas, medianas y grandes acceder al financiamiento, como lo hacen en el resto de la región y que éste sea el motor de la recuperación económica. Nuestro logo dice más Ahorro, más Crédito, más Inversión. Para crecer en Ahorro necesitamos políticas que fortalezcan nuestra moneda. Para crecer en Crédito y en Inversión, es necesario que la política elimine las distorsiones que generan el sobrecosto argentino que no le permite a la actividad económica ser competitiva», aseguró Claudio Cesario, presidente de ABA.
“El crédito bancario es el instrumento idóneo para potenciar la recuperación económica y generación del empleo los próximos años; el sistema financiero está en condiciones de ser uno de los puntales del crecimiento y la inclusión financiera. Ello requiere políticas consistentes con esos objetivos, entre ellas un esquema tributario, en todos los niveles de gobierno, que aliente el crédito a personas y empresas”, agregó Javier Bolzico, presidente de ADEBA.
El informe analiza la situación impositiva en los tres niveles de gobierno y cómo eso influye en el costo de la financiación bancaria que pagan consumidores y empresas. También aporta información de otros países de la región sobre esta cuestión.
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